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La pelÃcula que desvela las miserias islámicas de hace 34 años
Timor Oriental fue un campo de pruebas del holocausto cafre que nos espera
Miércoles 9 de diciembre de 2009, por ER. Yakarta
El asesinato de dos australianos, un neozelandés y dos británicos ha sido durante años un punto de fricción entre Indonesia y Australia. En su día los familiares de los periodistas muertos encabezaron una campaña para que las autoridades indonesias enfrentaran la justicia, pero no hubo éxito, aunque Timor Oriental ganara su independencia e Indonesia retirara sus tropas en 1999.
No obstante, la Policía Federal de Australia decidió lanzar recientemente una investigación de crímenes de guerra sobre el caso, lo que enervó a los fanáticos islamitas de Indonesia.
El filme, dirigido por Robert Connolly y protagonizado por el ganador del premio Emmy, Anthony LaPaglia, ha sido finalmente censurado.
La piratería desvela la verdad
Indonesia, país de mayor número de musulmanes del mundo, ha ejercido la censura sobre otras películas en reiteradas ocasiones, por motivos muy diversos.
Sin embargo, y como sucedió en anteriores ocasiones, la piratería de discos también es común en el país y copias de Balibo ya están disponibles en la capital, Yakarta.
La investigación de la denominada Comisión para la Verdad y la Amistad, a raíz del proceso abierto por un juez de instrucción en el 2007, mostró que Yunus Yosfiah, ex ministro de Información de Indonesia y actualmente miembro del Parlamento, ordenó el fusilamiento, llevado a cabo en la localidad de Balibo, bajo las instrucciones de autoridades de alto rango.
Claro está que todo quedó en un brindis al sol, ante la imposibilidad de detener al responsable de las matanzas por no haber fuerza de obligar en tal Comisión. Los informes oficiales indonesios afirman, como era de esperar, que los periodistas murieron en fuego cruzado con militantes del Fretilin el 16 de octubre de 1975. Y todo pese a que Indonesia reconoció que practicó una auténtica matanza en Timor, preludio de lo que nos espera si el Islam domina el mundo.